Equipo imprescindible con el cual hago el Camino sin ningún problema 20 de junio de 2019
La tentación de ir pertrechado como si fuéramos al África de safari es fuerte
pero, hay que vencerla. Los pueblos y ciudades por las que transcurren los
caminos del Norte están bien equipadas y, en cada etapa encontraremos todo
lo necesario para una pequeña herida, una ampolla, bebida, comida e, incluso
cobertura móvil.
Recuerda que vamos andando; lo que más sufre son los pies y, por ello, escogeremos
un calzado adecuado y unos calcetines que se ciñan bien al pie. Aquí va una lista
con lo que llevo y hasta me sobra:
Una mochila de 30 litros es más que suficiente.
Unas botas no necesariamente de agua: no aportan casi nada. No unas zapatillas
deportivas, ni unas bambas, ni unas chanclas, ni unas sandalias: botas que
cubran el tobillo y se ciñan bien con largos cordones y un número más del habitual.
No gastes un dineral; mis primeras botas costaron unos 20€ (19,95 exactamente)
e hicieron mil km sin una sola ampolla. Las segundas unos 30€ e hicieron casi
mil más: se ha gastado la suela, tengo que renovar.
Unas plantillas de silicona para las botas.
3 pares de calcetines ceñidos, no de algodón.
Unas chanclas ligeras para la ducha y descansar.
Unos pantalones largos para el monte: abundan las garrapatas.
Unas mallas de ciclista para no rozar las piernas y para cuando quitemos los
pantalones largos.
Llevo también unos pantalones cortos; opcional: los uso poco.
3 camisetas de manga larga ajustadas y con ventilación en las axilas. Rojas
mejor pos si caes por un barranco y hay que rescatar el cuerpo: te lo agradecerán
los servicios de emergencia.
3 calzoncillos de tipo slip: hay que evitar toda rozadura en las piernas.
Un forro polar de tipo chaqueta con cremallera o de tipo polo; da igual.
Una gorra y unas gafas de sol. Una pañoleta para proteger el cuello del sol
no sobra.
Un bastón extensible de aluminio para ayudar en los caminos embarrados y en las
cuestas; además de ahuyentar perros, lobos y otras alimañas; con los osos ni lo
intentes: mejor retrocede sin aspavientos pero con marcha ligera. (200 osos en
la zona occidental de Asturias y lobos por todo el camino, especialmente en Friol)
Una linterna de LED por si madrugas -yo madrugo- y, para el albergue.
Una pulsera con pastilla insecticida para la muñeca y, quizá otra para el
tobillo si te atacan mucho los mosquitos.
Protector solar factor 50: hace más sol de lo que llueve.
Una cantimplora de medio litro es más que suficiente. Varios años ni llevaba.
Una funda de saco que no un saco: hay literas con colchón y mantas en los
albergues.
Una toalla para la ducha de poliéster que secan enseguida.
Una capelina o poncho para la lluvia (más llovizna que lluvia).
Dentífrico, cepillo, una pastilla de jabón o un bote de gel y esas cosas
Todo esto cabe en 30 litros de mochila, lo aseguro. No llevo alcohol ni agua oxigenada
ni gasas ni nada parecido. Sí llevo una batería de 20.000 mA para cargar el móvil aunque,
hay enchufes en todas partes -solicitados, eso sí, ¿quizá un ladrón?-. No llevo saco
de dormir ni esterilla. No llevo comida porque los menús son asequibles y se come
muy bien y, la cena un bocata o fruta la arregla.